jueves, 8 de mayo de 2008

Un deseo que perdura en el tiempo

En primavera, hace un año:

Y: Voy a tomar un buen baño caliente.
T: Ve, entonces.
Y: Se me olvidaba decirte que...
T: Dilo...

Y: ...que quiero tomar este baño contigo... tengo unas ganas tremendas de hacerte el amor, no te lo puedes ni imaginar. Pero esto no se lo diré a nadie. Ni a tí.
T: ¿Decir qué?
Y: Que quiero tomar un baño caliente contigo. Que quiero hacer el amor contigo, no una sola vez sino cientos de veces!  Te quiero conmigo ahora y siempre. Pero a ti no te lo diré nunca. Solo si me volviera loca te diría que haría el amor contigo, aquí... y donde sea... por siempre...

---> Escribí este diálogo hace algún tiempo. Estaba en Boston y me acuerdo de que ese día habíamos hablado mucho por el skype. Nuestro diálogo terminó cuando tu dijiste ¨Dilo...¨ Pero yo no fui capaz de decir nada. Te hubiera dicho tantas cosas Mónica... -¿debería haberte dicho todo lo que sigue?-.
En fin, ha pasado un año y las cosas han tomado su curso. Acabo de encontrar esto en un archivo donde guardo mi ¨diario de Boston¨ y me hizo ilusión escribirlo en el blog. Espero que te guste, es una pendejada pero ya sabes que estos días ando como nena de 15 años. Lo mejor del caso es que cada vez que hablo contigo siento las mismas cosquillas que sentía el primer día en el estómago.

Hay cosas que no hacen falta decirse... Sé que en el fondo sabes cómo soy, cómo pienso y cómo Te Amo. Y sinó, pregúntaselo al aire...

S

No hay comentarios: